miércoles, 18 de marzo de 2009

COLUMNA 41

COLUMNA
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Hoy me publican esta columna en "El Mundo Cantabria". Trata sobre determinados partidos políticos.
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El voto inútil
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Se acercan las elecciones europeas. Somos muchos los que, por los motivos que sean, siempre acabamos absteniéndonos. ¿Qué otra cosa se puede hacer en una democracia basada en el chantaje económico? Se lo diré: el voto protesta, el voto absurdo, el voto-sabotaje.
Durante los últimos años han ido surgiendo partidos políticos peculiares que parodian y critican desde el humor el mangoneo de los partidos mayoritarios. Pondré algunos ejemplos. El bilbaíno PKD (Partido del Karma Democrático) lleva ya presentándose a varias elecciones municipales. En su programa electoral incluyen propuestas como: «Las playas del litoral serán convertidas en parkings mediante asfaltación», «Peatonalizar la M-30» o «Disolución de las Fuerzas Armadas y sustitución por el Cuerpo de Marines de los EE.UU. Para qué vamos a andarnos con medias tintas» En sus mítines llevan pancartas en las que se leen cosas como: «Queremos follar»
Otro partido similar, la Coordinadora Reusenca Independent consiguió un concejal en el Ayuntamiento de Reus. Su líder, Ariel Santamaría, acude al consistorio disfrazado de Elvis Presley y defiende un programa con propuestas como pintar el ayuntamiento de rosa, instalar follódromos por la ciudad o crear la figura del Robocop de barrio.
En Cantabria hace unos años nació el CHOPPED (CHOrizos Por El Despilfarro) Aunque no llegaron a presentar candidatura se les vio durante las Elecciones Generales de 2008 dando mítines por Santander y Torrelavega disfrazados de payasos (con traje y corbata) prometiendo gastarse el dinero público en comilonas y hacer desaparecer maletines llenos de billetes ante los contribuyentes. Otras propuestas eran: «El choriceo será delito siempre que sea muy descarado, claro» o «Traeremos el TAV no sólo a Santander sino hasta la casa del que lo pida» Y en lo referente a política exterior: «Retirada de las tropas españolas de las zonas en conflicto de moda. Envío de estas tropas a otros conflictos que no estén de moda para que nadie se pueda quejar»
En una democracia que permite la destrucción de las conquistas políticas y sociales, y en la que derechos fundamentales como el de la vivienda o el trabajo digno brillan por su ausencia, votar a estos partidos es una abstención útil.
Quizá la mejor forma de evidenciar la falsedad de una democracia cancerizada por el bipartidismo y sometida a una Ley Electoral que ningunea a los partidos pequeños sea esa.

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