Con gran agrado he leido esta maravillosa traducción de uno de los poetas europeos más fundamentales: Francis Ponge. La traducción es de Miguel Casado, lo que garantiza la calidad de la misma. El tomo recoge, en edición bilingüe, tres libros esenciales: Tomar partido por las cosas, La rabia de la expresión y La fábrica del prado.
Comenzaré diciendo que me niego a clasificar cualquiera de estas tres joyas: en ocasiones, el lector se siente persuadido y parece estar ante un exhaustivo manual de botánica (como hiciera Lautreamont en "los Cantos de Maldoror" al incluir textos extraidos de enciclopedias de aves, y parafrasearlas), otras veces, ante un cuaderno personal de anotaciones en el que el poeta experimenta con las posibles versiones de un mismo poema (me acuerdo de Jorge Guillén). De todos modos, se trata de una persuasión magnífica que dignifica ante todo el hecho de "nombrar", de rescatar la presencia de los objetos mediante el lenguaje, mediante un uso profundo y riguroso del lenguaje que, en vez de representar, cree espacios de realidad.
,
Cansado ya de tantos poetas que ven en la escritura un instrumento secundario y representativo del pensamiento y del habla, es un regalo a la inteligencia enfrentarse a esta poesía "objetiva", que permita a los objetos (a la realidad) hablar, ser presencia. Se trata de una poesía, en definitiva, que se aleja de estériles interpretaciones metafóricas y estereotipadas, para objetivizar la enunciación. Y lo más importante, desde mi punto de vista: renunciar a las certezas, al conformismo.
k
Enhorabuena Miguel. Un abrazo, emocionado, qué más da, emocionado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario