EMISIONES ANTERIORES DE RADIO CEPA
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Aquí tenéis el Playlist de todas las emisiones creadas hasta ahora de radio CEPA.
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miércoles, 27 de enero de 2010
RADIO ONLINE
RADIO CEPA, cuarta emisión
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Aquí va la cuarta emisión de Radio CEPA, recién salida del horno. Muchas gracias a todos los que habéis participado, de forma altruista.
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Aquí va la cuarta emisión de Radio CEPA, recién salida del horno. Muchas gracias a todos los que habéis participado, de forma altruista.
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lunes, 25 de enero de 2010
PELÍCULA
LA CINTA BLANCA
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Parece ser que sí, que el cine existe todavía, que aún se filman joyas que ya son clásicos. Es el caso de "La cinta blanca" dirigida por el realizador alemán Michael Haneke y que por cierto, fue la ganadora de la Palma de Oro en Cannes el año pasado 2009. Además, ha ganado el Globo de Oro a la mejor película extranjera y ha sido premiada en San Sebastián.
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Parece ser que sí, que el cine existe todavía, que aún se filman joyas que ya son clásicos. Es el caso de "La cinta blanca" dirigida por el realizador alemán Michael Haneke y que por cierto, fue la ganadora de la Palma de Oro en Cannes el año pasado 2009. Además, ha ganado el Globo de Oro a la mejor película extranjera y ha sido premiada en San Sebastián.
Se trata de una inquietante reflexión sobre el autoritarismo familiar, el fanatismo religioso, el poder y la culpabilidad en la que se adivina el origen del fascismo. Los hechos transcurren en un pueblo alemán en el que, en 1913, empiezan a ocurrir extraños sucesos, en apariencia, castigos rituales.
El ritmo de la película es lento, pero justificadamente lento. Las dos horas y media de metraje se me pasaron volando. Otro dato a su favor es que Haneke no muestra, sugiere; muchas de las acciones importantes en la trama suceden tangencialmente, en un rincón de plano secuencia y eso le da más objetividad al guionista, que en ningún momento juzga lo que sucede.
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El ritmo de la película es lento, pero justificadamente lento. Las dos horas y media de metraje se me pasaron volando. Otro dato a su favor es que Haneke no muestra, sugiere; muchas de las acciones importantes en la trama suceden tangencialmente, en un rincón de plano secuencia y eso le da más objetividad al guionista, que en ningún momento juzga lo que sucede.
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No seguir leyendo si no se ha visto la película
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Poco importa cuál sea el responsable o los responsables de esos misteriosos asesinatos porque todo eso no es más que un pretexto para mostrarnos una sociedad podrida y cancerizada por el odio y la envidia. De todos modos el espectador se queda con la sensación de que los niños hayan sido los asesinos y los responsables de los extraños accidentes que se producen. En ese sentido uno recuerda a otras películas en las que niños y niñas realizan actos violentos como Los niños del maiz, El señor de las moscas o la española ¿Quién puede matar a un niño?
Pero también el espectador piensa que el dictatorial pastor del pueblo haya instigado esos sucesos, obligándo a sus hijos a realizar tales actos, amparado en la necesidad de castigar a aquellos que realizan actos pecaminosos, como es el caso del médico, sobre el que recaen algunas de esas acciones violentas.
El guión, la trama, los diálogos... además de ser muy originales, están muy bien elaborados. Vean esta película, no tiene desperdicio. No tiene nada que ver con el insoportable cine-espectáculo que tanto inunda los medios de comunicación y en los que sólo abunda el efecto digital, careciendo de trama, de historia.
Ciertamente, el buen cine, existe todavía.
viernes, 22 de enero de 2010
COLUMNA 71
COLUMNA
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Hoy me publican en "El Mundo Cantabria" esta columna anti-SGAE.
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Hoy me publican en "El Mundo Cantabria" esta columna anti-SGAE.
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Más SGAE
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Leo asombrado la siguiente noticia: la SGAE obliga a las peluquerías de Cataluña a pagar un canon por poner la radio en sus establecimientos para entretenimiento de clientes y empleados; exige pagar seis euros mensuales a los salones pequeños, de menos de 50 metros cuadrados, y doce euros hasta los de 100 metros cuadrados.
Lo primero que me viene a la cabeza es una rima de la canción “Estamos rayados” del rapero Xhelazz: «A la SGAE le gustaría cobrarle a la luna, solo por tener forma de CD» Y tal y como van las cosas parece que muy pronto lo hará.
La reacción de los peluqueros no se ha hecho esperar: han iniciado una campaña en la que además de asegurar que no van a pagar el canon piden a sus clientes que acudan con su propia música para evitar el pago del impuesto, cosa que me parece una idea estupenda.
Por supuesto que es totalmente injusto exigir un tributo por tener la radio puesta en tu negocio pero también considero injusto el hecho de que los clientes tengamos que aguantar un tipo de música que no nos guste. No es lo mismo que te corten el pelo y que te tomen el pelo. ¿Alguna vez su peluquero les ha preguntado qué quieren escuchar? ¿Se imaginan que en un restaurante les hicieran comer lo que a los dueños les viniera en gana? ¿O que en una tienda de ropa les obligasen a comprar unos zapatos que les quedan demasiado pequeños?
Tengo que reconocer que eso de entrar a un establecimiento, sea un bar, una peluquería o una tienda de ropa, y encontrarme con determinada música sonando siempre me ha disgustado. He llegado incluso a abandonar establecimientos por cosas así. Para mí lo que escucho es tan importante como lo que como. Detesto igualmente la comida-basura como la música-basura. Me indigestan, me sientan igual de mal. Escuchar los Cuarenta Principales en una peluquería me molesta tanto como cuando alguien está fumando a mi lado y me obliga a respirar sus malos humos.
Pero como no hay mal que por bien no venga, al final va a resultar que si prospera la propuesta de la SGAE de cobrar un canon en las peluquerías y sus dueños opten por dejar de tener sintonizadas determinadas emisoras de música comercial, algunos humildes clientes vamos a dejar de aguantar determinada música-basura mientras nos cortan el pelo.
En ese caso podremos gozar plenamente del silencio o de nuestra propia música, en nuestro propio mp3, sin molestar a nadie ni ser molestados.
Vicente Gutiérrez
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Leo asombrado la siguiente noticia: la SGAE obliga a las peluquerías de Cataluña a pagar un canon por poner la radio en sus establecimientos para entretenimiento de clientes y empleados; exige pagar seis euros mensuales a los salones pequeños, de menos de 50 metros cuadrados, y doce euros hasta los de 100 metros cuadrados.
Lo primero que me viene a la cabeza es una rima de la canción “Estamos rayados” del rapero Xhelazz: «A la SGAE le gustaría cobrarle a la luna, solo por tener forma de CD» Y tal y como van las cosas parece que muy pronto lo hará.
La reacción de los peluqueros no se ha hecho esperar: han iniciado una campaña en la que además de asegurar que no van a pagar el canon piden a sus clientes que acudan con su propia música para evitar el pago del impuesto, cosa que me parece una idea estupenda.
Por supuesto que es totalmente injusto exigir un tributo por tener la radio puesta en tu negocio pero también considero injusto el hecho de que los clientes tengamos que aguantar un tipo de música que no nos guste. No es lo mismo que te corten el pelo y que te tomen el pelo. ¿Alguna vez su peluquero les ha preguntado qué quieren escuchar? ¿Se imaginan que en un restaurante les hicieran comer lo que a los dueños les viniera en gana? ¿O que en una tienda de ropa les obligasen a comprar unos zapatos que les quedan demasiado pequeños?
Tengo que reconocer que eso de entrar a un establecimiento, sea un bar, una peluquería o una tienda de ropa, y encontrarme con determinada música sonando siempre me ha disgustado. He llegado incluso a abandonar establecimientos por cosas así. Para mí lo que escucho es tan importante como lo que como. Detesto igualmente la comida-basura como la música-basura. Me indigestan, me sientan igual de mal. Escuchar los Cuarenta Principales en una peluquería me molesta tanto como cuando alguien está fumando a mi lado y me obliga a respirar sus malos humos.
Pero como no hay mal que por bien no venga, al final va a resultar que si prospera la propuesta de la SGAE de cobrar un canon en las peluquerías y sus dueños opten por dejar de tener sintonizadas determinadas emisoras de música comercial, algunos humildes clientes vamos a dejar de aguantar determinada música-basura mientras nos cortan el pelo.
En ese caso podremos gozar plenamente del silencio o de nuestra propia música, en nuestro propio mp3, sin molestar a nadie ni ser molestados.
Vicente Gutiérrez
miércoles, 20 de enero de 2010
POEMA
RENÉ CHAR
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Hoy, releyendo a Char, he vuelto a quedar fascinado con poemas como este:
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Redoble
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Sobre la mediana de la tarde, el bamboleo intermitente, el malecón iluminado de una dársena, y su rechazo del sueño.
El rostro de la muerte y las palabras del amor: el tálamo de una playa interminable con olas que lanzan a ella guijarros interminablemente. Y la lluvia atemorizada haciendo puente, para no apaciguar.
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Versión de Jorge Riechmann
lunes, 18 de enero de 2010
PUBLICACIÓN
MALALLETRA
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Acaba de editarse el número 21 de la ya veterana publicación de poesía visual y experimental Malalletra, realizada por la infatigable Laia Calvet. En este número, que tiene como tema principal la naturaleza, participo con varios de mis poema-collages. Coloco aquí la información necesaria para poder comprarla por correo.
Acaba de editarse el número 21 de la ya veterana publicación de poesía visual y experimental Malalletra, realizada por la infatigable Laia Calvet. En este número, que tiene como tema principal la naturaleza, participo con varios de mis poema-collages. Coloco aquí la información necesaria para poder comprarla por correo.
El Malalletra núm. 21 , dedicat a la NATURA ja és a la venda a les lllibreries LAIE.
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Inclou apart del fanzine, un kit de germinació, 3 postals i un cd "No trepitgeu l'herba" que conté les cançons de: MINIMAL, EX-CÉNTRICO, ORIOL CABESTANY, RUSÓ SALA, ALBERT PALOMAR, ((( j ))), MIURN, FROSCAN I NARCÍS PERICH.
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El podeu comprar per internet i rebre gratuïtament a casa per tan sols 9 euros, que podeu ingressar al següent nº de compte de La Caixa de Pensions: 2100 3258 13 2100317878
Envieu-nos un email amb les vostres dades i el rebreu a casa una setmana aproximadament desprès d'haver rebut l'ingrès.
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També el podreu trobar a PADISGRAF
C/ Dr. Fleming 27 baixos
de Vilanova i la Geltrú
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Inclou apart del fanzine, un kit de germinació, 3 postals i un cd "No trepitgeu l'herba" que conté les cançons de: MINIMAL, EX-CÉNTRICO, ORIOL CABESTANY, RUSÓ SALA, ALBERT PALOMAR, ((( j ))), MIURN, FROSCAN I NARCÍS PERICH.
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El podeu comprar per internet i rebre gratuïtament a casa per tan sols 9 euros, que podeu ingressar al següent nº de compte de La Caixa de Pensions: 2100 3258 13 2100317878
Envieu-nos un email amb les vostres dades i el rebreu a casa una setmana aproximadament desprès d'haver rebut l'ingrès.
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També el podreu trobar a PADISGRAF
C/ Dr. Fleming 27 baixos
de Vilanova i la Geltrú
sábado, 16 de enero de 2010
FOTOGRAFÍA
RAF-RAF Moda
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Busque las diferencias:
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Un ejemplo curioso de coincidencia-desvío lingüístico...
miércoles, 13 de enero de 2010
COLUMNA 70
COLUMNA
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El fin de semana pasado publicaron esta columna. Espero que os guste.
Huir
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Ya han pasado la Navidad. Por fin. Uno ya puede salir de su trinchera personal, asomar la cabeza sin miedo a ser disparado por malévolos francotiradores, y dejar de fingir que se está muerto… Como suele ser habitual muchos han sido los artículos, columnas o comentarios radiofónicos dedicados durante todos estos días a la Navidad, en un sentido u en otro.
Todos –o casi todos- estamos más o menos hartos de los atascos en ciudades y centros comerciales, de la lucecitas que adornan las avenidas, de los villancicos que suenan en todos los establecimientos, del hecho de tener que estar feliz por decreto ley, de la obligación de tener que regalar y la tristeza de no recibir ningún regalo de aquellos que –sin saber por qué- lo esperabas… Todas esas cosas que con los años nos van cansando cada vez más.
Pero el fenómeno que más curiosidad despierta en mí, y este año más que los anteriores, es el de los valientes que huyen de la Navidad; me refiero a huir físicamente.
Al comienzo de estas fiestas un compañero de trabajo nos preguntó a los demás: “¿Sabéis de algún sitio al que pueda ir para no enterarme de la Navidad?”. “Sí.”, respondió uno al instante, como si tuviera preparada ya la respuesta, “a mí el año pasado me fue bien en Cuba. Ni me enteré.”. Y otro de nuestros compañeros añadió: “Yo el año pasado fui a Túnez, pero por desgracia en el hotel en el que me alojaba celebraron la Nochebuena… así que no te lo aconsejo.” Y otro algo más drástico nos confesó que en unos días se refugiaría en Estambul.
No es mala idea, eso de irse en esas fechas. Claro que los que no recurrimos a ese tipo de exilios esporádicos hacemos lo que podemos y resistimos encerrados en nuestra propia casa.
Las Navidades están hechas de vacío y meteorología; es un postizo lumínico que le añadimos al calendario hace ya mucho tiempo. Y la Navidad, de nuevo, ha barnizado estos días la vaciedad de la Navidad. Todos hemos estado un poco perdidos en ella y lo que aflora en nosotros es la necesidad de huir. De modo que huimos de la Navidad como quien huye, temeroso, de su propia infancia, sin pretenderlo y muchas veces sin conseguirlo.
Entre los variados obsequios de esta pasada Navidad hemos aprendido alguna cosa. Por ejemplo, a huir -ni una débil verdad, ni un leve encuentro-; huir en nuestra propia búsqueda.
Lo dicho, ha acabado el combate. Ya podemos ponernos de pie y prepararnos para la próxima batalla.
Vicente Gutiérrez
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El fin de semana pasado publicaron esta columna. Espero que os guste.
Huir
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Ya han pasado la Navidad. Por fin. Uno ya puede salir de su trinchera personal, asomar la cabeza sin miedo a ser disparado por malévolos francotiradores, y dejar de fingir que se está muerto… Como suele ser habitual muchos han sido los artículos, columnas o comentarios radiofónicos dedicados durante todos estos días a la Navidad, en un sentido u en otro.
Todos –o casi todos- estamos más o menos hartos de los atascos en ciudades y centros comerciales, de la lucecitas que adornan las avenidas, de los villancicos que suenan en todos los establecimientos, del hecho de tener que estar feliz por decreto ley, de la obligación de tener que regalar y la tristeza de no recibir ningún regalo de aquellos que –sin saber por qué- lo esperabas… Todas esas cosas que con los años nos van cansando cada vez más.
Pero el fenómeno que más curiosidad despierta en mí, y este año más que los anteriores, es el de los valientes que huyen de la Navidad; me refiero a huir físicamente.
Al comienzo de estas fiestas un compañero de trabajo nos preguntó a los demás: “¿Sabéis de algún sitio al que pueda ir para no enterarme de la Navidad?”. “Sí.”, respondió uno al instante, como si tuviera preparada ya la respuesta, “a mí el año pasado me fue bien en Cuba. Ni me enteré.”. Y otro de nuestros compañeros añadió: “Yo el año pasado fui a Túnez, pero por desgracia en el hotel en el que me alojaba celebraron la Nochebuena… así que no te lo aconsejo.” Y otro algo más drástico nos confesó que en unos días se refugiaría en Estambul.
No es mala idea, eso de irse en esas fechas. Claro que los que no recurrimos a ese tipo de exilios esporádicos hacemos lo que podemos y resistimos encerrados en nuestra propia casa.
Las Navidades están hechas de vacío y meteorología; es un postizo lumínico que le añadimos al calendario hace ya mucho tiempo. Y la Navidad, de nuevo, ha barnizado estos días la vaciedad de la Navidad. Todos hemos estado un poco perdidos en ella y lo que aflora en nosotros es la necesidad de huir. De modo que huimos de la Navidad como quien huye, temeroso, de su propia infancia, sin pretenderlo y muchas veces sin conseguirlo.
Entre los variados obsequios de esta pasada Navidad hemos aprendido alguna cosa. Por ejemplo, a huir -ni una débil verdad, ni un leve encuentro-; huir en nuestra propia búsqueda.
Lo dicho, ha acabado el combate. Ya podemos ponernos de pie y prepararnos para la próxima batalla.
Vicente Gutiérrez
lunes, 11 de enero de 2010
RADIO ONLINE
RADIO CEPA
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http://www.goear.com/listen/c827c98/Radio-Cepa-Tercera-Emisión-cepa
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Aquí va la tercera emisión de RADIO CEPA, radio online elaborada en el Centro de Adultos de Santander.
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http://www.goear.com/listen/c827c98/Radio-Cepa-Tercera-Emisión-cepa
domingo, 10 de enero de 2010
CINE
RAF: Facción del ejército rojo
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Una de las últimas películas que he visto es esta: RAF: Facción del ejército rojo, dirigida por Uli Edel y basada en un libro de Stefan Aust. La película tiene momentos álgidos pero hace un retrato de los personajes muy infantil, muy hollywoodiense.
Por otro lado, las circunstancias históricas de ese momento eran demasiado complejas como para retratarlas en dos horas y pico.
A medida que se acercaba el final (que todos conocemos) no paraba de hacerme las siguientes preguntas: ¿Mostrará la versión oficial de los suicidios? ¿Mostrará la versión de la única superviviente? ¿Lo dejará en el aire? Y el caso es que, astutamente, el guionista parece querer dejarlo en el aire pero mostrando numerosas pistas que dan a entender que se suicidaron; el hecho de que uno de sus abogados les proporcionara armas pasando todos los controles, los comentarios apocalípticos de los detenidos días antes de su muerte...
Al margen de estar o no de acuerdo con un posible asesinato, hay una serie de circunstancias muy sospechosas. Por un lado es cierto que si unos mercenarios al servicio del Estado de la RFA hubieran querido matar a los 4, no hubieran dejado moribunda a una de ellas pero por otro lado hay otros hechos que hacen pensar lo contrario: no hay que olvidar que la versión oficial del suicidio fue desestimada por una comisión de investigación y por Irmgard Möller, la única miembro del grupo que sobrevivió y que posteriormente declaró que se trató de una ejecución extrajudicial orquestada por el Gobierno Alemán, en respuesta a las exigencias de la Facción del Ejército Rojo que los liberará; además esta superviviente tenía heridas de cuchillo en el pecho, lo que parece un poco absurdo porque si se tratara de un suicidio desde luego que es la manera menos efectiva la de clavarse a uno mismo un cuchillo en el pecho (y varias veces); también es sospechosos que estando aislados y en una cárcel de máxima seguridad poseyeran armas de fuego y otro dato a tener muy en cuenta es que el día de su muerte coincidió con el aniversario de la capitulación Nazi.
Desde luego que la versión estatal ni siquiera se la creyó una parte importante de la prensa internacional pero parece ser que el director de esta película trata de hacérnoslo creer a los espectadores. Creo que nunca se sabrá del todo lo que pasó aquella noche pero hay muchos datos que hacen muy creible la versión del asesinato.
Al margen de todo esto es una película entretenida, emocionante y muy bien filmada. Así que véanla y decidan por sí mismos.